Juntos, 8 meses

Si, cumplimos, 8 meses, y no es poco. Mas ahora que en este último mes, estoy padeciendo de  de híperirritabilidad.
No se trata de dar y recibir besos o regalos, y toda esa onda híperempalagosa. Tampoco creo en la existencia de la esclavitud y sometimiento, la manipulación y la extorción. Una pareja es algo que nace desde el compañerismo, el amor y el “aguante”. Y en estos tiempos, es muy difícil de llevar a cabo.
Siento que cada vez es más fuerte el “apego” que tengo a todo esto, que construimos día a día. A veces soy la que sedo, en otras soy la que se enoja, y otras veces es al revés.
A veces siento que soy  grande y otras veces me siento muy chiquita (en sus pantuflas o es su campera, sobretodo). A veces siento que me estoy volviendo una influencia muy fuerte, y en otras, es él, él que me influye.
Nos ponemos a imaginarnos nuestras vidas juntas, como “marido y mujer” pasando fines de semanas de convivencia, en otras, “adoptamos” momentáneamente a compañeros de curso o amigos, y hacemos de “mama y papa” por un ratito. A lo mejor nos gusta imaginar ese mundo por un rato.
Mientras tanto, una sonrisa, un abrazo, un murmullo al oído, una “lamida” en el rostro, una frase de TBBT, un bombón, un beso, es un poco mas de cariño que nos alimenta todos los días.