Un Conjunto De Malas Acciones

¿Que son las malas acciones sin intenciones?, otra de las tantas cosas que no deberían pasar, pero pasan.
Siempre dije, que a veces hacemos cosas en las que lastimamos a otros sin darnos cuenta.
No sé bien porque, quizás tengamos los ojos cegados, o el razonamiento medio trastocado que tuvimos en ese instante. Aun no logro comprender como es posible que, hasta no mandarnos una cagada no nos damos cuenta del enorme error que cometimos. O a veces ni lo reconocemos.
Malas acciones, casi siempre se toman con la cabeza en caliente. Malas decisiones, casi siempre se toman a gran velocidad, como si el problema se lo comería la mismísima tierra.
Así como el mayor de mis lemas es la ley de oro de Kant, “no hagas lo que no quieres que te hagan”. Es también, ese es mi mayor peso ético a la hora de actuar/obrar.
A veces creo que dentro de cada uno hay un pequeño Maquiavelo en potencia, solo basta una chispa para conocerlo. Como también basta un llamado de atención de un amigo/conocido para que podamos ver lo que estamos haciendo. La ira, el stress, la tristeza, el idealismo, la obsesión hacia algo o alguien, el miedo a quedarnos solos, son algunos de los muchos motivos que tenemos para volvernos ciegos.
“Errar es humano”, lo dijo el pato y se bajo de la gallina, y al rato, la gallina corrió tras el pato  diciendo “¡¡¡Perdonar es divino!!!”. Y en la naturaleza del hombre, errar es algo trágico. En la vida cotidiana, es habitual. Y es esa balanza, casi siempre despareja, dentro nuestro, no queremos tolerar nuestros propios errores, por más que lo reconozcamos.

Hoy posteo estas palabras, quizás en un aniversario a mi silencioso luto.
Aquellas vacaciones de invierno, creo que fueron las más difíciles y largas. Fueron unas vacaciones en las que descanse mi cabeza de mis fantasmas de mi pasado. También, valore a quienes tengo en el presente. Y además, me dieron más que una pauta de lo que pretendo en un futuro de las personas.
Hace un año, yo me quede estancada en algo. Quizás hubo una pesadilla, del cual necesitaba que me volviera a pasar por mi mente para asesinar.
Sin embargo, hoy lo expreso con mis palabras, porque siento que recordar a veces es bueno, además, de poder dejar aquí mis palabras, para que quizás, si están en una situación comprometida, sepan darse cuenta que no hay que segarse, ni idealizar, que hay que volver para atrás para arreglar algo que no nos deja en paz.