Asemejándome al cuento “La Carta Robada” de Edgar Allan Poe, donde las respuestas están al alcance de la vista, y yo... aun revisando mi placard.
Me falta ese punto de partida, ese inicio de algo, para llegar a alguna parte. Pero no puedo mover un dedo. Otra vez, paralizada, congelada y teniendo mucho miedo de avanzar.
Debe ser la 2º o 3º vez en el año en la que me encuentro en el mismo lugar pero en diferentes situaciones. El "erizo" volvió...

¿Es un pecado no saber justificar lo que hago, sabiendo que aun no entiendo que es lo que siento?
“me quedo o me voy”
“peleo con ferocidad o me callo y espero”
“me conformo con lo que hay o lucho por todo”
...
Metida, accidentalmente, en un pequeño laberinto tramposo, lleno de:
Caricias que nunca se animan a salir, palabras que aun no supe como decir, y sensaciones que aun no entiendo.
La carta fue leída 2 veces, y no puedo leerla una 3 vez... algo me asfixia. ¿Dónde estoy parada para sentir tanto miedo?
Se que estoy en una posición en la que a largo plazo y sin intencionalidad voy a lastimar a alguien/es. Y no quiero herir a nadie.
Hace poco me di cuenta que empecé el año equivocandome... recién ahora estoy acercandome a la dirección correcta. Tengo aun muchas dudas y ninguna respuesta del porque estoy donde estoy.
Pienso muchas veces en lo que pasó, como una manera de acercarme más al punto en donde empezó la raíz de todos los problemas. Tratar de hallar esa ansiada respuesta para poder evitar repetirlo.
Estoy cegada por las muchas cosas que me pasaron en estos últimos meses, es una especie de confución y desorientación que me lleva a sentirme mal por varios momentos.
Cuando un ciego no puede ver, otros sentidos se agudizan... en este momento estoy percibiendo cosas muy buenas, no debo estar así, lo mas probable es que termine lastimando a alguien o que me dejen sola. No necesito perder las cosas para valorarlas...