confesandome en la puerta de la heladera

Siempre tuve una relacion especial con el alcohol. Nunca fue un compañero de fiar.
De hecho, si sumaramos los sorbos que he tomado en mi vida, no llenaria ni medio porron de cerveza.

Por algun motivo psicologico, las veces que intente beber, fueron con la intencion de desahogar un dolor que no puede llorarlo.

Prefiero llorar por dias, semanas, meses (o años), poder liquidar de una buena vez todo el dolor que siento, antes que beber para silenciar mi debilidad.

El fuerte rechazo que le tengo al alcohol, no es mas que una mezcla de orgullo con psicologia.odio perder el control.
Sea de mis reflejos, sea de mi habla, sea de mi cuerpo. Odio, no ser conciente y racional conmigo misma.


Hace un mes atras, cuando mis viejos estaban el funeral de mi abuelo. Abri la heladera, hurgue en los cajones de abajo, y tome una pequeña cerveza.
Pareciera como si mi conciencia me invitara a olvidar el dolor. O a controlar mis sentimientos.
Fria, helada... estaba al tacto, en un punto agradable.
la miraba... y mientras tanto me iba acercando al cajon, a tomar el abrebotella... y a medida que me acercaba, cometi el error de pensar...

Enconces fue ahi, cuando deje la botella en la mesada, y llore.
Y si mi viejo me llama por telefono?,
y si mi abuela se cae en casa y me necesita? y si alguno de mis hermanos se descompone, quien lo socorreria?
Despues de llorar como una nena de 4 años, volvi a meter la heineken en la heladera.

Respire con bronca, y trague saliva con orgullo.