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Se supone que uno
no piensa cuando hace las cosas, o mejor dicho, las acciones ya están pensadas
antes de acontecer.
Ok, partamos de
la base.
Hoy me paso una
de esas cosas, de las maaaaaaas locas que pueden suceder.
Mientras estaba
en el arco, probando mis dotes de arquera en los últimos 5 minutos, se me volvió
a la cabeza, como si fuera un látigo, o un balde frio en la cabeza. Es ese
conjunto de imágenes, es la nostalgia de alguien… lo más extraño, o aun peor es
el personaje del recuerdo; Gustavo.
No sé qué pasa en
estas conexiones cerebrales, se ve que no me quieren mucho. Porque en esas imágenes,
aparecieron todos los buenos momentos que viví con él, si, como leyeron bien
LOS BUENOS MOMENTOS. Son apenas unos pocos, pero aparecieron todos juntos en un
momento un tanto extraño. (¿Acaso relacione mi tarea de arquera, con su tarea
de arquero? no entiendo nada)
En esas extrañas imágenes,
recordé aquellos momentos en los que el solía ser bueno conmigo. Recordé como
era su rostro (cosa que ya lo había olvidado por completo). Recordé sus gestos,
su mirada azul, sus palabras tiernas, hasta su aroma peculiar… pareciera ser
que en ese momento lo recordé, y lo peor de todo, lo humanice. Estoy atónita.
No me cabe en la
cabeza el por qué, o mejor dicho, para que aparecen estos recuerdos. No
entiendo nada, estoy demasiado perdida. Necesito gasoil para quemar todos esos
recuerdos de él.
