Hará unos cuantos años atrás, me había enganchado con una publicación de la revista Genios, en la que consistía en hacer una “capsula del tiempo”. El juego era sencillo, una caja de cartón con algunas palabras y objetos del “milenio pasado”. Se supone que debía haberlo abierto en el 2010, pero entre las cosas de la mudanza, lo perdí de vista. Hace poco me acorde que lo tenía, lo busque y me puse a recapitular lo que había en su interior.
Por ese entonces yo había terminado 6to. grado. Era creyente, y soñaba con un mundo más consciente y educado.
Cuando leo cada palabra de esas “cartas”, no sé si reírme por lo infantil que era o frustrarme porque no llegue a mucho de lo que anhelaba.
Por ese entonces media un metro y medio para arriba (es decir, crecí para arriba, unos 15cms más). Me gustaba leer mucho, hablar de política y conocer Puerto Madryn.
Mi comida favorita solía ser milanesa de pollo con queso y papas fritas. Le rendía culto a mi “pilcha” favorita, el pijama. Amaba dormir y jugar en mis ratos libres.
Solia mirar en la tele: Los Simpson, Sabrina, Dia D (programa periodístico que hacia Jorge Lanata), El canal Discovery (no tenía cable, pero mi tele lo podía agarrar, lo miraba casi todo el dia), y Artemania. Cabe destacar que de chica ya tenía indicios frikis, mi película favorita era Star Wars XD
En cuanto a los datos de mi escuela, fueron medios escasos. Solo tengo una foto del que casi no puedo identificar a mis compañeros de la primaria, y mi seño, falleció a poco de jubilarse (después de unos 5 años, más o menos).
Luego había otra hoja en la que tenía un salpicón de noticias de aquel momento. Básicamente hay recortes sobre noticias relacionadas a la ecología (si, de chica era más rompe bolas que ahora).
Por último, me preguntaron sobre mi de aca a 10 años. Mi pronóstico era:
Estudiar abogacía, vivir en San Telmo.
Pensaba en practicar tenis, handball y natación (a excepción de este último, cumplí).
Pensaba que iba a conocer Puerto Madryn, San Martin de Mendoza y un poco más de San Luis.
Creía que iba a hacer ese famoso viaje a Bariloche el último año del secundario, y que iba a conocer a mi verdadero amor.
Con las esperanzas más puras de la edad, creía que ya iba a existir una vacuna para el sida, y demás enfermedades.
Deseaba “tener amigos y ser alguien” (una frase textual que me llamo muchisimo la atencion), buscaba la felicidad, el amor y la paz en mi familia. Ademas, pedía que mis amigos me ayuden y que puedan encontrar algo hermoso en mi (ya que me consideraban la fea del curso).
Conclusiones:
- Era muy bruta, tenía unas horrorosas faltas ortográficas y una redacción de cavernícola.
- Era muy insegura de mi misma, se notaba que tenia un problema con mi “identidad”. No me cabe la menor duda que ese quilombo lo arrastre por varios años. Lógicamente, en esa edad todos y tenemos quiebres, lo que sumaba, era que no seguía la línea de lo convencional porque no era “normal”.
- Era vomitivamente cursi y hablaba de política tan abiertamente que aburría.
- Tenía indicios de ser friki, y con seguridad iba a ser una mugrosa hippie.
- Me había olvidado por completo que pensaba estudiar abogacía, hoy en día ni lo pienso. Creo que es una carrera de mierda para mi memoria de pececito.
- Sabía que me gustaba mucho San Telmo, aunque hoy en día es de “concheto hisper” dar vueltas por ahí.
Me llamo la atención sobre las cosas que guarde ahí;
Guarde un dije de Clemente (que yo recuerde lo usaba todo el día),
dijes de algunos quinces o casamientos (quizás anhelaba conseguir un anillo, cosa que cuando me salió lo regale),
había un collar de cordón con mi nombre, recuerdo que me lo había regalado mi abuela y que lo había metido ahí porque tenía miedo de que se me rompa por mi brutes,
deje un sobrecito con una muestra de un perfume que me gustaba (cuando le sentí el olor me pareció una porquería, es mas, esta descontinuado),
un crayón violeta recontra roto y gastado,
y una “cosa” que se supone que está rezando (y creo que me lo había regalado mi bisabuela). Estos objetos dejan claro que: aunque era una bruta asumida, quería proteger las cosas que más le gustaban. Otros objetos que básicamente eran punteros en la memoria para motivarme a “enamorarme” o creer en el amor (?)… bah! Era una tonta muy ingenua.
Me sorprendió que haya dejado tantos fascículos de “cómo hacerlo” del Easy. Supongo que creía que a esa edad iba a independizar de mis viejos, y que tenía que tener “alguna” idea de cómo arreglármelas sola. Ese detalle me deja definirme como inteligente, porque quería procurar un estado de independización autentica.
Me dejo claro esos rasgos que no perdí, otros que he perdido, algunos absolutamente cambiantes, y buen… deseos extraños.
En fin… para mí fue una experiencia muy copada, aunque me deja esa sensación de “podría haber sido un poco más…”. Tal vez ahora me cae un poco la ficha de cuan tan inmaduros somos a esa edad, cuanto nos cuesta creer en la realidad, cuanto confiamos en nuestros sueños, cuanto imaginamos provisionándonos para el futuro.
