Censurando a mi boca, bloqueando pensamientos, evitando escuchar cosas que no quiero oir, y esas preguntas de las que no soy capaz de responder sin sentirme herida.
Escapandome, huyendo lejos, tanto como me lo pueda permitir… inexpresiva. Ha pasado mucho tiempo, las cosas han cambiado, pero mi mente sigue igual. Imaginado cosas, creyendo en una fantasia tontamente infantil, soñando con el pasado… Hay calor en mi cuerpo y calidez en mi sonrisa; no estoy destruida.
En este año que llevo de soltera, salir con otros hombres, intente aceptar a algunas personas, intente mostrarme tal como soy… pero nada me motiva a seguir con esta movida (siguiendo el
Factor Madarina, he comprobado que el gato esta muerto), parece que no tienen ganas de conocerme, pero si de cog... (no quiero ser grosera, complétenlo ustedes con lo que rima). Y tal vez haya un poco de mi inconsciente que quiere boicotear las cosas, porque entiende que aun no estoy lista. O quizas ese gran hijo de puta del orgullo femenino, que se niega a entregarse a los brazos de cualquiera, esta imponiendo un orden estricto, tal vez ellos no son los indicados para mi.
Cada lugar, cada paso, cada rincon... me trae un calido recuerdo. De esos recuerdos que te abrazan como el viento del otoño, te besa en los labios como la lluvia de verano, te abriga como los rayos del sol de una tarde de primavera.
En mi casa, hay una gran bolsa negra, en donde coloque cada recuerdo, cada regalo, cada carta, cada cosa que estuve por hacer; esta ahi ese fragmento de tiempo que pase junto a el. Como guardiana, estoy ahi, lejos pero cerca. Mi vigilia, mi duda… la expectativa de que algo sucedera, la debil esperanza que se niega a desaparecer.
Tuve mis dias, de esos en los que me he tentado; tirar y olvidar, o para tocarlos y volver a sufrir. Y lo confieso, me gano la duda y el miedo. No quiero perder lo poco que me queda de el, pero tampoco tengo las agallas de ver cada uno de esos objetos. Soy realista, el ya no esta. No se si le pasan las mismas cosas que a mi.
Esas dudas que no me ayudan a avanzar, el futuro es incierto, sus palabras “yo no creo en el volver” que me decía antes de empezar con la relacion, ese rincón vacio al que le hablo como si estuviera a mi lado… a veces se me escapa una lagrima porque me hace falta. Siento verguenza, y no lo quiero contar, solo quiero salir de casa para que estos fantasmas no me alcancen. El esta vivo, pero tomo otro camino distinto al mio.
Todo lo que me quedo de el, frente a mis ojos, fue ese cartucho de un video juego. Lo miro, casi con lastima… el ya no quiere jugar.
Duele? Tal vez un poco menos, no lo se. Sin embargo, el golpe mas feroz que recibi fue cuando me entere de aquel accidente. Que me perdone el mismísimo demonio; pero si perderlo afectivamente me dolio inmensamente, perderlo físicamente creo que seria uno de esos dolores de lo que no seria capaz de soportar.
“...Y pese a todo, serias capaz de volver con el?” me pregunta un amigo por telefono. Hago un intenso silencio cobarde porque tengo miedo a ser rehen de los sentimientos. Estoy insoportablemente cansada de que quieran hacer ‘
negocios con la necesidad’ (como dice Serrat). En cuanto a la respuesta... es un "no lo se", lo que me broto de los labios.
Lo admito, soy cobarde, la peor de todas porque huyo sin frenos hacia la nada, corro como si hubiera algun motivo. Soy salvaje, a veces indomable, y algo bruta. Quien quisiera pasar la vida con alguien asi de cagona.
No se nada de el, trato en lo posible de no saber mucho (la ignorancia hace a la felicidad, dicen por ahi). Sin embargo, lo conozco lo suficiente como para imaginarme que es lo que hace, dice, piensa, o sueña. A veces creo que al conocerlo tanto, se mas de el, de lo que realmente el piensa.
Aqui otra confesion, jamas conoci tanto a una persona como a el. Sus miedos, sus frustraciones, sus alegrias, sus gustos, sus intereses, sus expectativas, en fin, su vida.
Lo mas ironico de todo es que extraño aquellas charlas en el verde cesped de la universidad, extraño todas aquellas locuras que haciamos, extraño sus conversaciones, extraño sus ricos capuchinos, extraño esa sonrisa intensa, extraño sus muecas, extraño su complicidad, extraño sus abrazos interminables en la cama, extraño su compañia, extraño hasta esos tirones en mis mejillas… me cuesta un monton decirlo pero lo extraño mucho.
Llendo en el auto, todavia recuerdo en el calido Diciembre, cuando ibamos "cantando" Let It Be, riendo y jodiendo interminablemente. Son esos recuerdos que te quedan en el freezer, momentos de los que te negas a destruir.
A veces me pregunto, si todavia me recuerda de la misma forma, si me extraña tanto como yo lo extraño a el.
Mis dudas; que cosas todavia nos une? Ok, ya no somos los mismos, las cosas cambiaron, el tiempo paso… que remedio me invento para el dolor de la ausencia? Llevo un año en este estado, y parece que esto no va a mejorar.
Antes; a el le gustaba hablar hasta por los codos, y a mi oirlo. A el le gustaba jugar a hacerse el payaso con la bicicleta, y a mi me encantaba verlo.
Hoy en dia; a el le gusta acelerar, y a mi me gusta salir a caminar serenamente por Lavalle o Florida. A el le gusta el ruido de la "musica" del momento en su auto, a mi solo me copa el metal y el blues en el Home de mi casa. A el le gusta beber, y a mi tomar helado hasta en invierno. A el le gusta la noche y la libertad, y a mi atarme a la cama para descansar.
Otra vez mis preguntas, de esas que ese vacio no me sabe responder; sera realmente feliz en su libertad, la soledad que tanto me pidio es realmente tan agradable como se imagino. Inciertamente nadie sabe la respuesta, dificilmente la sinceridad brote por los poros cuando el orgullo es mas grande que la cabeza. Lo que importa, tristemente, son los resultados.
Si ‘regresar’ es una opción a futuro; que cosas hay para que nos volvamos a enamorar del otro, sin contar con la nostalgia del pasado? Ok, es una vision muy pesimista. Pero cuando lo miro a los ojos, aun tengo esa inocente esperanza de volver a ver a ese hombre del que estoy enamorada. Todavia lo busco incansablemente, como una idiota. Soy ese desorientado burro que persigue a la zanahoria. Soy esa tonta que sale con alguien, y en esa salida le presta mas atencion a un bajo rojo y blanco, que al flaco en si (Okey, lo admito, el flaco era feo y aburrido). Sin embargo, quien carajo me manda a buscarlo en esos detalles de mi inconsciente?
Sentimentalmente mi vida es un laberinto, cerca de la salida, pero atrapada en un incoherente loop eterno. Me encierro, me encuentro, me pierdo, busco la salida pero no me atrevo a atravesarla.
Suena el reloj, me suplica que lo apague, se apaga tambien ese sueño loco que tuve una noche de verano. Apenas se me escapa una sonrisa de alivio.
Quizas yo estoy esperando demasiado de las personas, quizas yo sea una delgada pestaña perdida en el suelo de una habitacion. Quizás el tiempo transcurre haciendonos burlas, algo aprendere de todo esto tarde o temprano. Yo no creo en los olvidos, en los reemplazos, o en la felicidad de soltera.
Me vienen a la mente la historia de la pelicula “el eterno esplendor de una mente sin recuerdos”; tal vez yo sea Joel, que aunque este herido y haga las cosas en calentura; a mitad de todo, da marcha atrás con ese proceso de sacarse a Clementine de su mente.
Creo que estoy un poquito loca, porque tengo un palpito, o una calida sensacion de que algo pasa por su mente en este momento. Algo por dentro me mueve; porque no hay alcohol, o noche que tape todos estos recuerdos y sentimientos. Este en donde este, vaya a donde vaya… yo sigo creyendo que algo nos sigue atando. Un destino que se burla, una vida que nos lleva y nos trae... quien sabe a donde vamos a parar…
Todavia
me cuesta creer que todo esto es una locura,
todo es tan raro… sostengo aquellas palabras de Fito Paez: “
si es amor, lo que nunca compartimos/las vidas que no vivimos juntos, las miradas que esquivamos/las mentiras que dañaron/nada nos importará si es amor”.
Como dije antes; espero que no negocien con mi soledad... Creo que seria lo ultimo que me faltaria padecer.
Lejos de todo pronostico, como extraordinaria testaruda y cabrona, yo me niego a resignarme.
